24 ene 2025
Diario de un limpiador (3)
Todo normal hasta las siete y media.
Me encuentro a Abelardo, mi gran colega de PGC, en la zona del papel aluminio, de freidora de aíre... Al andar veinte pasos a la zona de las cajeras para terminar lo que empecé con Fuensanta, hubo un cambio drástico en lo sonoro. De lo tranquilo al griterío de la gente de la cola para pasar por las cajas.
Fuensanta y yo retiramos los expendedores de las cajas 16 y 18. Fin de lo que nos habíamos propuesto.
23 ene 2025
Diario de un limpiador (2)
Día 23 de enero de 2025. Empiezo la jornada revisando el carrito común de Limpieza. Como suele ser común, hay solo una botella de amoniaco, un resto de Biolimón y otro de jabón. Nada de lejía ni bolsas de basura. Un cubo lleno de agua con la fregona dentro y otro cubo vacío. La mopa detrás de la puerta del cuartillo. Jesús, el compañero del mediodía no la usa aunque tiene asignada como tarea, limpiar con ella la sección de Bazar y Jardinería.
Voy por la galería camino de los servicios recogiendo los papeles del suelo. Es un día de mucho viento. Pasa por mi lado Jose Luis, un reponedor de Cerradona con el que me llevo muy bien.
La puerta de entrada central parece un escenario para una campaña publicitaría de otoño. Muchas hojas marrones esparcidas que parecen jugwr conmigo al pilla-pilla. Cuando la puerta automática se abre, vuelan y yo detrás de ellas intentando cazarlas y ponerlas en el recogedor. Cien hojas seguro que hay.
Ya llegando al pasillo de entrada a los servicios, veo a Maxi y José Luis acercarse a uno de los expositores que moví ayer con Fuensanta.
- Maxi, si quieres moverlo tiene ruedas.
- Gracias Pepe.
Entro en los servicios de mujeres y solo tengo vaciar papeleras y echar un poco de biolimón en el interior de cada váter. En ese mismo servicio hay un mueble con puertas corredizas a ras de suelo donde se guardan los rollos de secarse las manos y el papel higiénico, las bolsas de basura y la garrafa de jabón para rellenar el dispensador. No hay jabón ni en el dispensador ni en el mueble. Tampoco bolsas de basura. Como norma no escrita, soy el único encargado de poner todo eso a disposición del equipo de limpieza. Menos mal que a las cuatro de la tarde están bastante limpios los servicios de mujeres y los de hombres.
Yendo de camino al patio para coger las llaves de la puerta del cuarto donde llega el pedido que hace mi jefe los días 26 de cada mes, veo a Fuensanta. Le cuento que Maxi ha quitado uno de los dos expositores que movimos y que, sin saberlo, me vino al pelo que nos adelantáramos ella y yo. A veces hay casualidades increíbles.
Lo siguiente en mi rutina de la tarde es pasear al perro. Bueno, esa es mi forma de decir que voy a sacar del patio la máquina fregadora pequeña. Para acceder al patio tengo que pasar por el cortijo de Victoria: Pescadería, Carnicería, Charcutería, Panadería y Frutería. Todo comandado por Victoria y Nico. Ellos rotan como María (la que está cubriendo la baja de Dani el niño) y yo. Lo común es que Victoria coincida conmigo.
Al verme, me coge el brazo izquierdo amistosamente y me pide tres cosas:
- Limpiar el suelo de la zona de libre servicio de la panadería
- Darle con la fregona a la entrada al almacén de Pescadería. Un sitio de paso de las empleadas con transpaletas que dejan marcas en el suelo blanco y que como mucho dicen TE VOY A PISAR.
- Estar atento para pasear al perro por la Pescadería cuando echen agua con la manguera.
Después de eso último, paseo por Parafarmacia, Bodega, Panadería y todo el cortijo suyo en general. Teóricamente, la fregadora solo hay que pasarla por esas secciones. La sección de comida de animales considero que es muy importante para la imagen de empresa. Como eso corresponde al compañero de mediodía y raro es el día que lo limpia, la mayoría de días me llevo al perro por allí.
Merienda a las seis con Susana. Grupo wasap para incidencias... Nosotros somos lobos entre nosotros. El jefe de mi jefe es tipo Joker.
Pregunto a Victoria por el carrito perdido de Kelly
Tiro basura a las nueve de todas las secciones.
Isabel de textil miyebtras está en Caja me dice Espera un momento. En voz baja: Tendrian que poner tila para el público para que sean más pacientes.
22 ene 2025
Diario de un limpiador (1)
Día 22 de enero de 2025.
Previamente a mi jornada laboral había recibido la llamada de Ventura, el jefe de mi jefe. Tenía que añadir a mi rutina la limpieza del almacén de alimentación. Normalmente Dani, mi jefe, los martes y jueves pasa la máquina grande por los almacenes de alimentación y electro a las once y media pero se había tenido que ir al médico a las diez y media para que le dieran fecha para pasar por quirófano. Hace unos años tuvo un accidente de moto y esta operación forma parte de su vuelta a los circuitos de motos, su gran pasión.
Formalizo mi inicio de jornada laboral con el picaje en el mostrador de seguridad sin hablar con el vigilante más de pedirle las dos llaves de los servicios públicos. Una sirve para abrir los candados de cada una de las cajas donde se colocan los papeles higiénicos y la otra es una ficha para registrar en un panel electrónico cada vez que limpio esos servicios.
Lo primero es ver cómo me ha dejado mi compañero Jesús el carrito de trabajo. Hay dos botellas de amoniaco, una de desincrustante, otra de jabón y otra de biolimón. Tres cajas de guantes de látex de distintas tallas, un cubitoconbdos balletas y dos cubos con fregona y agua. El recogedor está dentro de la bolsa de la bolsa negra que cuelga en la zona del manillar del carrito de color amarillo.
La orden de Dani es que limpiemos los servicios con lejía y dejemos el amoniaco para el resto. Al no haber lejía en el carrito, le pongo a los cubos de agua un poco de biolimón con cierto aroma a lima limón y amoniaco para una limpieza eficaz.
Recorro la galería de comercios externos quitando la basura que pueda haber. Me centro en aquello que sea de color blanco porque es ño que se ve a más distancia, aunque al final recojo todo ño quevno debe estar allí y reviso los ocho cubos de basura para que no estén rebosando. Limpiar la galería en teoría no está incluida en mi rutina fija del turno de tarde. Pero bueno, por la imagen de empresa de limpieza acabo haciéndolo.
Los baños están mucho más limpios de lo normal y a las quince y cincuenta nueve registro la limpieza de los servicios públicos. A la salida y en el camino a coger la mopa, voy mirando las cajas de pago y quitando los tickets de compra y resto de cosas que no ayuden a la imagen de empresa tales como una hojita de perejil, dos envoltorios de chucherías y una hoja de publicidad en mal estado.
Al pasar con el carrito de limpieza por el arco de seguridad para acceder a los pasillos y distintas secciones de los productos de Cerradona,no hay esperar a que revise el interior de la bolsa de basura.
Lo primero es pasar la mopa a todo el hipermercado. No forma parte de mis obligaciones hacerlo y yo lo llamo "tiempo de autoavisos". Voy esquivando personas y palets, barriendo y quitando manchas, observando quienes de todos los jefes de sección y empleados de Cerradona pueden comunicarcarse conmigo a través del intercomunicador para darme un aviso por rotura de algo, vómito de cliente, limpieza profunda de alguna zona y cualquier urgencia. En el pasillo 2, hay una cartón con
Como dijo Blanca, la jefa de Atención al cliente y cajeras: "Si quieres saber dónde está alguien, pregunta a Pepe".
Cojo la máquina pequeña y limpio el almacén. Esperando que entre una cosa y otra sean las seis de la tarde, miro el reloj que está donde los empleados registran el comienzo y final de sus jornadas. Son solo las cinco.
A escasos metros está el mostrador de Frescos. Cambio su papelera y reviso la de Parafarmacia.
Gotera en palet de aceite de oliva. Aviso a Maxi. Montoya me dice que ese cartón lleva ahí desde que él llegó a las una.
Limpieza de los cuarenta y ocho metros cuadrados de la zona de carritos de que está empapada y un poste negro con un cuelgarrollo. Blanca, Fuensanta y Cañete me lo piden como tareas.
A las seis descanso con Susana. Me invita a unos pasteles de chocolate.
Cintia, la sonrisa de Cerradona, me avisa de un charco en el mueble de desperdicio zero.
A las siete vuelta a los servicios públicos.
A las ocho y media le digo a Fuensanta de mover unas estanterías. Limpiamos las dos estanterías de la fila. Las cajas 2, 9 y 13. Sinadira pendientes con alas de mariposa azul. Pelo recogido castaño.
A las nueve tiro basura. La mía y la de snack.
Kelly deja de ver dos carritos con mercancía. Le digo que se lo diga a Victoria. Buscan y nada. En su mostrador de charcutería hay una mujer y su hija esperando a ser atendidas. Les digo que voy a buscarla y me lo agradecen.
27 nov 2024
Historias de un limpiador (7)
Al verla de lejos, ya noto que es alguien especial, distinta para bien o mal. Ella llama la atención por su cara perfecta, su andar perfecto, su forma de colocar los pescados en el mostrador perfecta, su manera de hablar perfecta, sus ojos perfectos, su cuerpo perfecto.
Esta mujer perfecta no es perfecta porque se ajuste a los cánones de belleza o lo que vendría descrito en el libro de buenas maneras de la pescadera. Lucila, que es el nombre de ella, lo que viene a enseñarme es la importancia del lenguaje interno, el que uno tiene consigo mismo tanto en el ruido del entorno laboral como en el silencio de la noche. Y todos los matices que se encuentran de extremo a extremo.
Lucila lleva mucho tiempo en Cerradona de Dos Hermanas. Aun estado acostumbrada a una mismas rutina día a día, hora a hora, minuto a minuto, cuando hay público y cuando no lo hay, tira de creatividad para colocar los pescados de forma visible realizando figuras entre ellos. A veces en círculo, otras en pirámide, en arcoiris, todos mirando al mismo lado o mirándose unos a otros como si tuvieran vida y charlaran hasta separarse.
No es fácil y no sé cómo lo hace. Ojalá yo llegue a ser un hombre perfecto. Como ella.
19 nov 2024
Historias de un limpiador (6)
La pregunta que más me hacen es si hay alguien cuando yo no estoy. Normalmente tardo varios segundos en contestar o cambio de tema. Tanto personas con las que suelo hablar como con las que no tengo tanto trato, están intrigados por ese lapso de tiempo en el que no me ven por los pasillos.
10 jul 2024
Historias de un limpiador (5)
Es mágico reeencontrarse con un amigo de la infancia en el trabajo. Es como si el tiempo entre esas veces que nos veíamos de tarde en tarde en los recreativos jugando al Street fighter mientras soñábamos con ser alguien de mayores y ahora que coincidimos en Cerradona con distintos puestos de trabajo, no hubiera pasado. Uno se siente mejor acompañado. Carlos, responsable de Electro, Textil, Bazar y outlet cuando las necesidades de la empresa lo requiere. Yo, limpiador del centro comercial. Sin embargo, aquella unión de cuando éramos unos chiquillos sigue viva.
Tan mágico que no es real. A Carlos es imposible no mirarlo con envidia. Sí, envidia. Envidia entendida como admiración. Un tipo joven, alto, buen coche, buena moto, buen puesto de trabajo, familiar, cercano, sonriente, positivo, empático. Una persona así es tan difícil de encontrar que me declaro incapaz de desearle algo negativo. De hecho, una de las veces que le pregunté cómo estaba y me dijo que en mala racha, en vez de alegrarme le di un consejo: No mires fuera. Fíjate en ti, tiene que haber algo en tus patrones de conducta que estás haciendo mal una y otra vez. Encuéntralo y cuando tengas el coraje de cambiarlo, ya verás lo que sucede. La vida se rije por la ley del péndulo. Cuando ha habido uno de esos desayunos para abrir la temporada de verano o de navidad y he visto que se sentía solo, me he puesto al lado del llanero solitario, como yo le digo entre bromas a Carlos.
Ya que sale la palabra bromas, aprovecho para entonar el mea culpa. Como lo he tratado solo en un entorno laboral que bien podríamos llamar "El teatro de Cerradona", admito que a veces despues de cruzarme con él, he pensado que me había pasado de confianza, que le había dicho alguna frase que podría haberle sentado mal porque no tenemos una relación tan estrecha como para que quepa ese comentario. Para mí, algo que lo hace especial es que con él me parece hablar de igual a igual, de tú a tú de illo a y illo. Al sentir que es distinto a las demás cabezas pensantes, cuando me da aviso para limpiar o recoger algo, lo dejo todo y voy. ¡Un tipo tan grande que se pone a limpiar conmigo! Es para venerarlo en estos tiempos que como dijo aquel... El hombre es un lobo para otro hombre.
Con él tengo muchísimas anecdotas. A lo mejor, en un día tonto en el que no estoy comtento con mi forma de trabajar, me suelta una broma que me hace venirme arriba y motivarme para ser lo más profesional posible.
1 jul 2024
Historias de un limpiador (4)
Te voy a pisar.
Uf, sé bien lo que molesta que pasen cuando no está el suelo seco.
Voy con prisa.
Luego le doy yo.
Perdón.
Te tengo pillada la hora.
Me voy a colar. lo siento.
Que llegue el director, salude y pase al baño de minusválidos es lo más educado que me he encontrado. Tampoco, siendo sincero, es que me lo imagine entrando en los otros más pequeños. De hecho, yendo más lejos, no entiendo que con ese puesto más alto no tenga uno privado, exclusivo para él pero bueno, hay hechos más raros en el lugar donde trabajo regularmente.
27 jun 2024
historias de un limpiador (3)
7 de noviembre. Ventura, mjefe de limpieza con rostro tan serio que me resulta increíble (en el sentido de no creíble) quiere hablar conmigo en la zona menos concurrida del aparcamiento del trabajo. Un informe negativo firmado por el director de nuestro cliente en el que se expresa con pruebas que "soy una verguenza como trabajador".
Obviamente, llegó un momento en el que dejo de escucharle a la espera de un cambio de discurso hacia un "es broma, una novatada que le hacemos a todos los trabajadores". No recuerdo si se fue larga o corta la bronca, lo que sí puedo volver a vivir es lo que hice después. Victoria no estaba en turno y fui a Carlos, quizás (o sin quizá) el responsable más especial para mí. Estaba en aquella oficina poco currada a la vista de todos, todas, todes... Le pregunté si había notado alguna bajada de rendimiento en mí. "Soy comercial, ese no es mi trabajo pero no he visto nada raro en los últmios días".
Me llevaba bien con Beatriz, la responsable de recursos humananos de nuestro cliente. Mientras iba de camino a un aviso por rotura de unos platos, me paré con ella y cambié la forma de investigar sobre esa broma pesada que estuve sufriendo a principios de noviembre. ¿Puedes saber de dónde puede venir un informe negativo que hay escrito acusándome de mal trabajador? Su respuesta fue tranquilizadora: Dame unos días y te digo. Nunca me dijo, yo nunca le volví a preguntar y nunca volvimos a charlar.
Solo me quedaba Dani, mi responsable, un crack de limpieza y trato con los demás. Por lo que él me dijo entre bromas, fue cosa de Rubén. Del boss ya escribiré más adelante porque no he podido dar con un mejor compañero-responsable.
Hay poca gente a la que le deseo el mal y él una de esas pocas personas. Cuando alguien no te entra, no te entra ni aunque tenga una coronita de ángel. Ya desde el principio no conecté con él. Me pidió o exigió que tirara unas cajas de cartón a la basura cuando ya me quedaba un solo minuto para terminar mi turno. yo no sabía ni que era el jefe de seguridad ni el responsable de los trabajadores externos. No sé si le dije algo con palabras, con la mirada que le eché le quedó claro que no era lo que más me apetecía en aquel momento. Lo hice, claro, de tan mala gana que el hice el vacío que le puede hacer alguien sin una pizca de poder a otra persona (por no descalificativos en mi página) que estaba y está esperando cualquier fallo para volver a echarme encima a la directiva del cliente para el que limpio.
A finales de octubre, pasé por el pupitre donde hacen su trabajo los vigilantes sin enseñar el carrito de limpieza a Carlos. Un vigilante con el que me llevaba muy bien... hasta ese día en el que al recordarme que es obligatorio enseñar el carro cada vez que paso de dentro hacia fuera, le dije que "la desconfianza forma parte de la vigilancia". Esa frase sin mala intención fue, sin embargo, motivo de un diálogo de besugos entre él y yo. Seguramente mis palabras se le clavaron como un puñal que te hace desangrar lentamente porque no tiene sentido que me amenazara con hablarme de mala forma por esa frase que le dije. Al poco salió Rubén para decirme lo mismo que Carlos.
Si fue por ahí por donde empezó esta broma pesada, no lo tengo comprobado. Las cosencuencias fueron que dejé de hablar más allá de lo estricto con los vigilantes que estuvieron involucrados. Hasta que Rubén no se disculpe, seguiré en esa línea. No fue justo ese ataque de jugar con mi trabajo. También me supuso no estar relajado con los trabajadores del cliente y eso que hay muy buenas personas trabajando ahí. Una pena.
6 jun 2024
Historias de un limpiador (2)
Debía de ser así. Solo así se entendería buena parte de mi primer año en este trabajo. De cualquier otra forma, el escenario hubiera sido muy gris. Coincidir con ella en aquel lugar pequeño y sin más gente delante fue el anuncio idílico de que limpiar en Carrefour de Dos Hermanas era lo mejor para terminar una etapa.
El día anterior ya me ha ían enseñado mis compañeros la rutina de trabajo y las prioridades. Por suerte y debido a los nervios propios del primer día, al terminar el tutorial me enviaron un audio con las tareas de la jornada de la mañana y de la tarde.
Con la inseguridad propia de ser la primera vez que pulso un botón para que se suba la tela corredera que separa la zona pública de la privada en el interior del Carrefour, accedo al estrecho pasillo que acaba en el gran patio.
Aquí me paro para hacer dos puntualizaciones sobre lo anterior:Después de haber visto tantas películas y series en las que un simple botón hace explotar todo lo que hay a su alrededor, el miedo de la primera vez es algo del subsciente por lo que lo tomo como común. El pasillo es estrecho en porque hay una cámara frigorífica entrando a la derecha y porque el acceso más usado para pasar de la tienda al patio, por lo que si lo ocupan una persona sin y otra con llevando una traspaleta ya hay que actuar por tamaño o cargo en empresa o quién ha llegado antes.
Como iba diciendo, accedo al patio privado, subo unas escaleras, cojo el carrito para limpiar los aseos privados y empiezo por el de las mujeres.
El baño de mujeres es muy estrecho. Tiene dos grandes espejos, cuatro lavabos y tres váteres.
La puerta estaba abierta. Frente a mí, una mujer muy joven, veintiañera, sin ropa de trabajo, morena, delante del último espejo según se entra pintándose los labios. No recuerdo la conversación entre nosotros, solo la sensación al terminar de charlar de que mi estancia en carrefour iba a ser interesante. Se presentó como la responsable de Pescadería mientras limpiaba el baño que quedaba a su espalda. Su voz, su delgado cuerpo y el hecho de estar pintándose, sin invitarme a salir del aseo hasta que terminara ella, me hizo sentir bien, como que en la zona pública cada uno tendría su puesto en la pirámide capitalista pero en privado, todos éramos iguales.
No puedo tintar este encuentro de color rojo pasión como si hubiera imaginado que al estar solos, podría ser el principio de algo sexual, porque después de muchos años sin sexo, ya ni se me pasa por la cabeza.
Durante mi primer año, ella (Victoria) ha sido la persona con la que más veces me he cruzado. En general, eso me ha dado seguridad de que voy bien, una señal intangible e inexplicable. Es una mujer con andares de poder, que si me mira y habla a la vez, me hipnotiza de una forma tan evidente que termina por preguntarme "¿te lo repito?". Hay veces que me rompe, me descuadra, cuando me sonríe al cruzarnos y luego se pone seria. ¿Esa sonrisa falsa supone que está mal conmigo? Hay mil razones por las que una persona puede cambiar de expresión en un segundo y solo en un 0.99 por ciento de las veces es por mí pero al tenerle cariño, ese pequeño porcentaje se hace gigante.
Me he acostumbrado tanto a verla en mis turnos de trabajo, que cuando no es así trabajo con menos ganas. Es natural, algo de conexión tengo con ella.
De haber dado en el aseo privado con otra persona... Llámese Ramona, ésta me habría echado y mi sensación de inferioridad hubiera sido tan potente que marcaría una barrera entre los de Carrefour y yo.
La bienvenida de Victoria fue tan normal, cordial y educada, que la recuerdo muchas veces. En gratitud, suelo estar pendiente de sus secciones y sus avisos, de sus estados de ánimo aunque no se lo haga saber y las personas que están a su cargo más que de otras secciones.
3 jun 2024
Historias de un limpiador (1)
Todo tiene una razón de ser, una explicación, algo que nos hace entender. Cuando terminé anterior trabajo como conserje porque se vendió el edificio, me preguntaban y ahora qué. Algunos añadían que si se enteraban de algo me avisarían.
Estuve tres en un edificio de oficinas con la función de dar los buenos días, buenas tardes, buenas noches, decir a quien anduviera perdido dónde estaba la oficina a la que iba, vigilar que las llaves estuvieran disponibles para los dueños, realizar una ronda por el parking trasero, controlar la hora de entrada y salida del mantenedor y las limpiadoras.
Entre ese trabajo y éste que comenzó hace un año han pasado seis meses en los que estaba convencido, aunque simplemente por intuición, de que mi siguiente trabajo iba a ser de limpieza.
En 2018 se me juntó la separación de mi única pareja y con la que he vivido lo mejor de mi vida, con la muerte de mi padre, a quien había cuidado durante siete años. El haberme hecho cargo de él como prioridad llenó de basura mi mente porque descuidé de una forma que incluso a mí me cuesta entender a mí pareja y nuestros dos hijos.
Cuando consigo este trabajo de limpiador en carrefour, cuento con la ventaja de haber ido de público durante mucho tiempo y la desventaja de tener las relaciones sociales olvidadas, enterradas en lo profundo de mi alma. ¡Qué incongruencia! Ser licenciado en Ciencias de la comunicación y no saber cómo tratar a los demás. Tanto es así, que soy incapaz de empezar una conversación con una mujer y si una me toca el hombre en gesto amistoso o para señalarme algo, me paralizo. Mi miedo aquel junio del 2023 no era la rutina sino cómo gestionar la comunicación con mujeres si necesitaba algo. No parecer un tipo raro ni sobreactuar.
1 sept 2023
VER
Ver// Puedo ver con los ojos el mar// Puedo ver la gente andar// Puedo ver la luz de detrás. Ver// Puedo decidir lo que ver// Puedo decidir no ver// Puedo decidir qué hacer.// Ver// Puedo ignorar lo que veo// Puedo romper lo que veo// Puedo reírme de lo que veo.// Ver// Claro,// Ver, y si quiero, me paro// Ver, y si quiero, soy faro.// Ver// Es sencillo ver con ojos abiertos// Es fácil observar con ojos abiertos// Es bonito disfrutar con ojos abiertos.// Ver…// Ver con el corazón// Ver cómo se agarra un timón// Ver lo que siente el llorón.// Ver…// Ver con el corazón del halcón// Ver el silencio desde el balcón// Ver la vida a todo pulmón.// Ver…// No puedo decidir qué ve el corazón// No puedo convertirlo en prisión// No puedo apagar su botón.// Ver…// Ver una batalla en cada duelo// Ver una sonrisa en cada cielo// Ver una luz en cada entierro.// Ver…// Esa es la ventaja del guerrero// Esa es la sangre del guerrero// Esa es la espada del guerrero.// Ver…// … Ver// ...Ver…// VER.
12 abr 2021
El momento ni sí ni no
Las etapas de la vida suelen estar condimentadas con un picante que te he hace pensar que ya no habrá un futuro mejor pero quieres errar como futurólogo.
Es difícil terminar de rodillas e incluso, medio tumbado. Hay teorías para la esperanza y he de agarrarme a cualquiera que se salga del "Otros pueden, yo no".
Para mí, el mejor clavo es ese de "Dios da sus batallas más difíciles a los mejores soldados y creo que me confunde con Rambo". Uno de los dos está equivocado: Dios o yo. Espero se resuelva pronto esta competición entre ambos.
20 oct 2020
Imposible
Me cuesta creer que existen los imposibles. Quizás me valga lo de utópicos y quizás, por ese síndrome de Peter Pan, soy quien soy estoy donde estoy. ¡¡ Y lo agusto que estoy conmigo!!
13 oct 2020
Mosaico sinsentido
Flores y ríos
Almendras y castañas
El reloj biológico
Rayo plateado y dorado
La paz de la gota de agua
El alboroto de la sangre
Mirada más allá de muros
Locura entre rejas
Vaivén de experiencias
Dormir con vosotros
-Buenas noches, Yago. Que duermas bien.
-Te quiero, Papá. Buenas noches.
-Papá, hazme preguntas sobre fútbol, que hoy las adivino todas.
-Te quiero contar algo que me preocupa, antes de que me hagas preguntas sobre fútbol.
Así son los finales de los días que dormimos juntos. Formamos una buena familia, un buen equipo. Puede que durante el día haya enfados, desacuerdos con mis decisiones pero cuando todo queda en silencio llega la positividad y el amor. Si llega la noche y Gael está preocupado, Yago le dice: Voy a estar a tu lado siempre para lo bueno y para lo malo. Ambos revisan que el otro esté bien tapado y se dan el beso de Buenas noches.
Es un privilegio poder verlos antes de cerrar los ojos, que aunque tengan sus peleillas durante el día, están muy unidos. A Gael le gusta dormir libre a veces, y otras pegado a nosotros con una de mis manos haciendo de almohada. Yago siempre quiere dormir enroscado a mí y con Gael lo más cerca posible.
10 oct 2020
Velos
Con el primer velo cayendo
Te presentas espectacular,
El segundo se desliza ardiendo
Provocando mi suspirar,
Con el tercero el universo calla
Solo existes tú y tu danza,
El cuarto desnuda tu pierna
Apoyada en mi entrepierna,
El quinto velo me invitas a quitar
Luciendo tu ombligo, tu piel, tu lunar,
Con el sexto se despejan tus ojos
Mis anhelos, deseos, antojos,
El séptimo inicia el acto sexual
Hacia clímax celestial.
27 sept 2018
Conversación de hermanos
- La cagaste ayer
- Sí, mucho
- ¿Quieres café mientras pensamos una solución?
- Vale
- Sí, mucho
- ¿Quieres café mientras pensamos una solución?
- Vale
23 sept 2018
18 sept 2018
Mi
No me gusta el tornado que se forma y crece en mi interior cuando de mi boca o dedos o bolígrafo sale la palabra MI. Este concepto supone que alguien o algo me pertenece y no es real. No tengo ni quiero control sobre lo externo. Me gusta hacer-deshacer-equivocarme-acertar-sentirmeseguroeinseguro-disfrutar-reír-sonreír con otra persona u objeto pero sin la sensación de propiedad que va adherida. Prefiero el concepto equipo o sinergia. Así hay momentos de decisiones importantes en las que no prevalece la subjetividad de ninguno de los dos seres.
17 sept 2018
Lo tienes en rojo y verde
El cielo está más oscuro que nunca, las personas de mi alrededor parecen gigantes que con un pequeño soplido podrían acabar con mi vida, el reloj va acelerando y no encuentro la forma de ralentizarlo. De hecho, empiezo a sentir mareo sin poder controlar mi cuerpo ni mi mente. Todos caminan con sus maletas o bolsos, sonríen, llevan ropa de colores vivos y respiran lentamente. Mientras el semáforo está en rojo, me sobrepasa este mundo.
Sin embargo, al convertirse el muñeco con brazos rojos estirados en otro verde indicando pasado-presente-futuro, ya los gigantes menguan, las manecillas del reloj avanzan a ritmo regular y las personas que me acompañan en la acera ya no hacen brillar sus auras. El cielo es azul y cruzo la calle tranquilamente.
Sin embargo, al convertirse el muñeco con brazos rojos estirados en otro verde indicando pasado-presente-futuro, ya los gigantes menguan, las manecillas del reloj avanzan a ritmo regular y las personas que me acompañan en la acera ya no hacen brillar sus auras. El cielo es azul y cruzo la calle tranquilamente.
14 sept 2018
El peso del bolígrafo
Me había decidido a contar la mágica historia de Leonor y su espejo. Era tan sencillo como coger papel y bolígrafo y empezar a contar. Al principio podía describir personas y escenas, tachar y volver a escribir. Sin embargo, cuando la tinta azul y el alma de Leonor se fueron uniendo cada vez más, ya no pude parar. Algo me lo impedía y no era algo físico. El bolígrafo dejó de ser un simple e imperceptible acompañante para convertirse en los ojos de Leonor. Por cada frase que se quedaba impresa, mayor era el peso del bolígrafo. Ante esto, fui saliendo despacio de la historia hasta terminar siendo solo el notario del relato entre Leonor, su espejo y el bolígrafo.
28 jul 2018
Ama
Ama con los brazos estirados
Ama con las palmas arriba
Ama con las palmas arriba
Ama la luna en silencio
Ama el alba que te ama
Ama las piernas que aman juntas
Ama el pelo que ama
al viento
Ama los ojos que
aman
Ama la voz que ama
tu ser
Ama la sombra que
te ama
Ama el laberinto celestial
Ama el espejo frente a ti
Podemos cambiar el verbo pero la esencia es la misma pues en todo lo que hacemos... somos amor.
No es el tener lo que nos califica sino el dar.
2 jun 2018
Hoy
Hoy. Hoy he experimentado, vivido el haz y el envés, Sevilla y Betis, blanco y negro, pase o tiro, miedo y seguridad, dulce y salado, política y personas, 1 y 7, dios y yoy común y original, consciencia e inconsciencia, risa y tristeza, escribir y borrar, paraguas y bañador, alguien y nadie, a y e, voz y silencio, 6 y 9, vida y muerte, horizonte y precipicio, 3 y 8, cerveza y vino.
2 may 2018
Las enseñanzas de Gael
Gael a sus tres años, ya cerca de los cuatro, está viviendo una nueva etapa y yo la aprovecho para seguir aprendiendo y disfrutando de él como padre. Desde el principio, se le veía que era una persona muy segura y consecuente. Empezó siendo más destructivo que constructivo, algo que puede verse como perfeccionista. Para mí fue una enseñanza: Algo que se rompe, es una oportunidad para lograr algo mejor. Él era feliz deshaciendo montañas y castillos, moviendo juguetes de un lado a otro, haciendo chocar coches y yo cuando veía que no era peligroso, le ayudaba a ser feliz. Me costó mucho aprender y sobre todo aprehender la lección. Fue tras una anécdota que siempre recuerdo. Estaban en el salón los dos jugando por separado. Yago haciendo una torre muy alta de piezas y Gael lanzando una pelota de tenis por el suelo viendo a qué le daba y mandando debajo del sofá las máximas cosas posibles. Yago terminó su torre muy orgulloso y cuando me la estaba enseñando, Gael la echó abajo. Para mí se paró el tiempo. Yago se enfadó y Gael feliz. Se me ocurrió decirle a yago lo que había aprendido de su hermano y funcionó. Yago hizo una torre aún más alta y cuando la terminó le dijo a Gael que podía destruirla. Durante ese fue un juego entre ellos. Uno construye, otro destruye y los dos se divierten.
Cuando empezó a hablar siguió afirmándose como una persona segura de lo que creía que lo mejor y demostraba con palabras, besos, abrazos, gritos y lloros su estado de ánimo y su escasa timidez. En esta nueva etapa, además de lo anterior y con un lenguaje bastante cuidado ha interiorizado algo básico y que está siendo otra lección para mí: Soy tu espejo. Si me hablas bien, te voy a hacer sentir la mejor persona del mundo; si me hablas mal, voy a hacer todo lo posible para que te hundas; si respetas mis decisiones, voy a hacer lo que se espera de mí.
Sobre todo, esto se ejemplifica en la hora de las comidas. Si Gael no quiere comer más, ya te puedes enfadar, intentar chantajearle con lo que más le guste, amenazar… no es no y sí es sí.
1 may 2018
Fútbol
El fútbol es dar patadas a una pelota en vez de que cada uno tenga la suya, es un negocio en el que pocos ganan mucho dinero, desata violencia, los jugadores solo miran por el dinero que puedan llegar a tener, la gente se manifiesta en masa por algo tan superficial.
Respeto a quien opine así pero para mí el fútbol es una metáfora de la vida. Un estadio es una casa abierta a todos, un equipo una familia, el balón la suerte, un pase una palabra dicha o escrita, un tiro una ilusión, una parada una resolución de conflicto, una jugada un bien común, una patada un acto para meditar, un partido presente puro, un gol una satisfacción, un gol en propia puerta una autocrítica, una afición un apoyo en todo momento.
En una escuela de fútbol se enseña la humildad necesaria para entender que uno solo no triunfa, empatía para apoyar a quien tenga un mal día, la sinergia necesaria para el buen camino del equipo, la psicología necesaria para ver que siempre hay una nueva oportunidad para mejorar como persona, la concentración para saber en todo momento donde están situados los compañeros, los rivales y la pelota, el conocimiento de debilidades y fortalezas de todos los jugadores, el entrenador como referente, que durante un partido los de enfrente son rivales solo el tiempo que dure el partido, que a veces se gana otras se empata y otras se pierde pero siempre hay motivos para ser positivos, que las alegrías compartidas son más grandes y las penas más pequeñas.
Dijo el alma al cuerpo
Te he parido en el mar de las ilusiones
Te he ayudado a pasear entre piedras
Me has mostrado campos de girasoles
Me has alimentado de momentos.
Hemos crecido entre discusiones
Tenido sexo silencioso sintiéndonos
Compartido la imagen de sueños
Vivido innumerables operaciones
Ahora dormimos juntos en la jungla
Vagando entre la paz y la guerra
Compartimos sangre que nos recorre
Nos aterroriza dibujar la muerte
Llegará la luna que nos despida
Tu desaparecerás de mi camino
Yo seré tu mirada.
10 abr 2018
Laberinto sensorial
Pensar empezar caer.
Levantar saltar huir.
Ilusionar amar querer.
Ahondar abrazar decir.
Hablar callar ser.
Abogar calcular escribir.
Limpiar ensuciar ceder.
Llorar consolar fundir.
Plantar adorar resplandecer.
Cuchichear infectar teñir.
Silenciar gritar arder.
Rociar aventurar sobrevivir.
Contar visualizar creer.
Andar tocar sentir
Levantar saltar huir.
Ilusionar amar querer.
Ahondar abrazar decir.
Hablar callar ser.
Abogar calcular escribir.
Limpiar ensuciar ceder.
Llorar consolar fundir.
Plantar adorar resplandecer.
Cuchichear infectar teñir.
Silenciar gritar arder.
Rociar aventurar sobrevivir.
Contar visualizar creer.
Andar tocar sentir
1 abr 2018
Es teatro
Al fin y al cabo, la vida es teatro. Puedes elegir ser lo que quieras y cambiar tantas veces necesites. Escúchate y ya te verás en una obra, estamos desde que nacemos. Somos ese poder de elección. Puedes vestir a los personajes que verá el público, bajar y subir el telón, crear el decorado, presentar, ser algo o alguien, o simplemente dirigir actores. Lo que pasa en el teatro es irrepetible por mucho que te empeñes. El presente es muy pequeño pero muy ancho y no hay cabeza que aguante pensar en pasado o futuro sin dejar de atender el presente, porque éste sí que no vuelve. Viene y se va continuamente hasta que llega el momento final de la vida y te tienes que bajar del escenario aplaudiendo al público. Para mí, el motor de la vida es el Silencio y de él es de quien más me fío. Así, con mi amigo el Silencio puedo elegir teatro del absurdo ( marcado por lo irracional), al aire libre en su vertiente libre o de corral, alternativo (no es más que el teatro con menos aforo que el tradicional), ambulante como aquel famoso La Barraca, antiilusionista (basado en hechos reales), de bolsillo (con pocos actores), de autor cuando sólo se expresa un punto de vista, de cámara para temas íntimos, comercial basado en lo que la masa social prefiera o teatro de la crueldad (ideado para despertar consciencias poniendo énfasis en luz, música, violencia...). Todo está a tu disposición. Es mucho poder. Dentro de la obra puedes usar las matemáticas de modo que uno más uno sea dos o cero o menos e incluso infinito. Puedes cambiar de religión, de gustos, de aspecto, de sexo... Es genial. Evidentemente y aquí está el truco, puedo decidir en mi obra todo pero no en la de los demás. Podéis decidir que yo sea un superheroe, alguien que camina, el regidor, clá, una mesa, el cielo y yo lo respeto porque es vuestra obra. A la vez que mi obra avanza, las demás también. Lo que no puedo es ser de público de mi obra. Al fin y al cabo, la vida es teatro
18 dic 2017
Lo positivo de ser positivo
Pensaba que
solo fue importante para mí, una de esas oportunidades que te da la vida para
profundizar en el aprendizaje de ser padre, pero resulta que aquel día también le
marcó a él. Recientemente le pregunté a Yago sobre cosas que hubiera aprendido
en su vida y me respondió “lo de ser positivo”.
Un
cumpleaños de unos amigos en el parque El alamillo, uno de los grandes espacios
abiertos de Sevilla. En la orilla de un lago rodeado de césped. Yago tenía tres
años y Gael era aún un bebé. A ese cumpleaños fuimos los cuatro con comida para
compartir, había tarta y juegos para los niños. Yago se llevó una pelota muy
muy chica de las que botan mucho, de color verde. En un momento del día, se dio
cuenta de que se le había perdido y empezamos a buscarla: pelota verde en
césped verde… en esa época le enseñé a comunicarse con las cosas para que fuera
dándoles valor. Algo que aprendí de leer sobre filosofía de los indios
norteamericanos.
Ibamos por
todos lados diciendo “Pelota, pelota, dónde estás”. En algún momento se me vino
a la cabeza esta frase tan delicada y con la que me entró calor por todo el
cuerpo: Si das por hecho que la vas a encontrar, la encontrarás. Puedes
imaginar que para mí a partir de entonces esa tarde cambió de sentido.
Cualquier cosa haría por no decepcionarle. Así que lo cogí a hombros y volvimos
a recorrer cada palmo de la zona del cumpleaños con la esperanza, deseo y casi
obligación de encontrar aquella pelota.
Y pasó. Él
la encontró. No sé si hubo algo de magia pero vimos esa pelota en un radio de
cien metros de césped verde una pelota muy pequeña verde. El abrazo de alivio
que le di fue monumental.
A veces nos
recordamos mutuamente que en la vida hay que ser positivo para que ocurran
hechos positivos.
12 dic 2017
Una tarde de fútbol en familia
Quizás fuera día dos de diciembre a las cuatro de la tarde
cuando salimos de casa para dar un paseo. Quizás, solo quizás, porque lo vivo
en presente y la fecha es solo el suelo donde ocurre la magia que dejo aquí
descrita.
Con la pelota de fútbol de Gael y sin saber cuando volvemos
porque llevo sin móvil todo este mes y lo aprovecho para deshacerme de la soga
de las manecillas del reloj, nos vamos los tres a recorrer las calles de
Almensilla hasta llegar al estadio del pueblo y cerca, en un campito de albero jugar a el
que mete se pone . Aprovechando que vivimos en un lugar tranquilo, de poco
tráfico y cero stress, ocupamos los dos carriles o el carril de circulación. Como
se hacía el siglo pasado. Uno a la derecha, otro a la izquierda y el que queda
en el centro estando atentos todos a donde están los otros, el balón y si hay
algún ruido ajeno al del pié lanzando la pelota. Si aparecía un coche,
cualquiera avisaba: A la cueva de croods, viene un coche. Yo me quedo en el
medio de la carretera hasta que los dos están en la misma acera. Entonces es
cuando me uno a ellos hasta que pasa el coche.
Los croods es una película de dibujos animados sobre una
familia de la prehistoria que usaban una cueva para refugiarse de cualquier
peligro. El primero de la familia que usó esta expresión fue Gael y ya la hemos
apadrinado todos.
Nos pasamos la pelota a un toque, no vale pararla ni
pararse, directamente hay que soltarla. Si se mete la pelota debajo de algún
coche ahí estamos los tres para cogerla, vigilar si hay peligro y aconsejar. Si
uno se cae porque tropiece, ya los demás le preguntamos por su estado, él se
levanta y seguimos llenando de colores vivos
cada metro que recorremos jugando. Pura magia. Gael tiene tres años,
Yago cinco y yo treinta y ocho, pero sin embargo, todos somos una pandilla… nos
reimos, protegemos, nos felicitamos cuando lo hacemos bien y aconsejamos cuando
no está tan bien lo que he hemos hecho. Todo mientras sonreímos.
El camino es corto hasta el campo de albero aunque nosotros
vamos lentos y paramos para descansar. Una de esas paradas es un barrio con
casas abandonadas con aspecto de ser o haber sido okupadas, con un parque en el
centro. Allí hay una pirámide de colores que escalan, les propongo un reto con
pelota para los tres, cuando lo conseguimos seguimos. En ese barrio veo a una
mujer con un niño en brazos de quizás un año y medio que nos mira con cara de
asombro, como si estuviera viendo algo imposible: un padre jugando y
disfrutando con sus hijos por aquella calle solitaria.
Estoy cansado, como amante del fútbol que soy, de que solo se resalten los aspectos negativos de este deporte porque también da muchas satisfacciones y enseña valores importantes como la cooperación, el hecho de que siempre hay una nueva oportunidad para mejorar, lo que te hace vibrar, aprender a leer y el ser presente en cada momento.
El tiempo no se mide por un calendario, que no nos vendan la
moto. El tiempo se divide en momentos, en mente positiva-mente negativa, vivir
en pasado-presente-futuro. Esto es realmente lo que registra la mente: lo que
se vive con intensidad.
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