17 nov 2007

Carta

Todas quieren salirse, las consonantes las asonantes
de la pluma al viento, de la inspiración al poeta
y de vuelta a su cuerpo, una musa sin guantes,
donde creció el amor, sin alcahueta ni zeta.

En la silla en mi cuarto, la tinta su sonrisa
el papel mi esparto, quiere salirse romper...
pero que espanto, ¿y si no llega a Carmen?
No creo sea para tanto, quizá la vea amanecer...

La luna es su cama, el sol y el mar sus palabras
Ella es todo en mi vida, me tiemblan las manos
pero me hace más fuerte, ojalá su puerta abras.

Solo es un paragüas, un sentimiento puro
una sombra de su luz, un cachorro dorado
un poema inacabado, sin espada sin muro

6 nov 2007

Mente superior

Mente superior domina mente inferior. ¿seguro? Anoche me disponía a leer un libro Cesar Vidal antes de dormirme, pero ahí estaba él para impedirlo. Primero me picó en la pierna derecha y luego de recochineo, pasó por mi oído para que supiera que era él. Ese sonido tan estridente hizo que dejara el libro en la cama y me dispusiera a pelear con aquel ser con cuerpo de mosquito. Puerta y ventanas cerradas para que no se escapara.

Lo vi como los murciélagos. ¿sabes por qué los murciélagos se ponen bocabajo? Para cuando les digan que dejen de pensar con la cabeza de abajo. Habrá que probarlo. Este mosquito se puso en la estanteria bocabajo para que no lo viera. Sí que lo vi. Pero fue la última vez. Cogí el zapato más cercano y despacio me aproximé. ¡zas! ¡Ja! Se iba a reir de mí una mente inferior. Pues vaya si se rió. No solo no lo maté, ni siquiera lo rocé, si no que acabé yéndome a otra habitación a pasar la noche. Creo que debo realizar un estudio sobre el cerebro de los mosquitos. Ya, por lo pronto, no me creo eso de “tienes menos cerebro que un mosquito”.