14 sept 2018

El peso del bolígrafo

Me había decidido a contar la mágica historia de Leonor y su espejo. Era tan sencillo como coger papel y bolígrafo y empezar a contar. Al principio podía describir personas y escenas, tachar y volver a escribir. Sin embargo, cuando la tinta azul y el alma de Leonor se fueron uniendo cada vez más, ya no pude parar. Algo me lo impedía y no era algo físico. El bolígrafo dejó de ser un simple e imperceptible acompañante para convertirse en los ojos de Leonor. Por cada frase que se quedaba impresa, mayor era el peso del bolígrafo. Ante esto, fui saliendo despacio de la historia hasta terminar siendo solo el notario del relato entre Leonor, su espejo y el bolígrafo.

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