31 ene 2013
La calle sin nombre
Adoro la calle sin nombre,
Donde reside la herida del vencido
Paseo de la mano de su valor no reconocido.
Admiro las líneas pintadas
Del tozudo por su convicción en futuro
por levantarse y sentirse duro.
Oigo los pájaros que vuelan
mientras el poeta quema líneas brillantes
exaltadas antes por caballeros andantes.
Frente al semáforo rojo de la calle sin nombre
El infeliz llorón se echa al suelo,
Con el corazón hacia arriba, ¡al cielo¡
No descansa, no ansía paz,
Solo quiere nadar en su sueño, su presente
Donde reside el fuego de los recuerdos, ¡ardiente¡
Suscribirse a:
Entradas (Atom)