15 jun 2009

El fabuloso mundo de los sindicatos

En este momento en el que los sindicatos deben tocar a la puerta del gobierno, desaparecen. Perdón, no todos, solo alzan la voz los que están en ciudades gobernadas por el PP. Sospechoso, ¿no?

Se crearon para servir de enlace entre empresarios y trabajadores pero me parece que se rompió la cuerda por la parte más fina. ¿No es verdad que ya son parte de los socialistas? Por aquí, el sistema hace aguas. No sé si proponer la existencia de algún contrasindicato o pedir firmas para que se les afirme como perritos de ZP. Me gustaría que cambiaran sus objetivos o que se miraran en un espejo, ¿se reconocerían? Creo que no. No pierdo la esperanza si es que es verdad que es lo último que se pierde, pero casi. Hoy no me voy a extender más de la cuenta. No se lo merecen.

2 comentarios:

Miguel dijo...

Querido Pepe: te haces eco de mis propias suposiciones. Hacía tiempo que venía pensando lo mismo; ¿trabajadores o meros esclavos de alguna pequeña empresa explotadora? La situación de mi barrio es insostenible, y más aún cuando se acabe el paro. Es mi preocupación más inmediata..

Miguel dijo...

Por cierto, olvidé comentar la poca cara que presentan los sindicatos, si no es la más blanda, ausente y perpleja. Estoy de acuerdo contigo.
Me quedo con esto de que "el estado y el patrón, igual de ladrón." Aunque supongo que no estarás de acuerdo, a mí me parece la única consigna revolucionaria desde la República.
Como tampoco confío en una solución política, no voy de abanderado sino atrincherado en la buena voluntad y las iniciativas solidarias. Salud, amigo.