26 feb 2010

De rabona con mi padre

Lo de hace unas semanas fue gracioso, con arte. Normalmente, después de la sagrada siesta, mi padre me lleva a la rehabilitación, va a sus ejercicios de respiración y luego me recoge. Pues al montarnos en el coche, le digo: Padre, yo no tengo ninguna gana de ir a la tortura (rehabilitación). Total, que decidimos hacer rabona (dícese del hecho de faltar a una obligación aun sabiendo que te vas a sentir mal) y nos ponemos a pensar en adonde vamos. A este barrio no porque nos pueden ver mis hermanas, a este otro no porque pasar su mujer... y así hasta que encontramos un sitio para nuestra rabona de dos horas. La gracia está en que no se entere nadie. Pues todo bien, charlamos, no sé qué no sé cuanto y al fondo veo a mis hermanas. Cunde el pánico entre nosotros, intento levantarme para escondernos pero ya es tarde. Se descubre el pastel. No hay salida, hay que inventarse algo para que no empiecen con aquello de "no vais a lo vuestro y no venís a verno. Mu bonito". Pero mi padre estuvo ágil. Se inventó algo y coló.

Yo he hecho muchas rabonas de pequeño para no ir al cole, pero nunca pensé que la haría con mi padre jejejjejej

2 comentarios:

Miguel Estrada Pérez-Carasa dijo...

Tiene gracia,desde luego. Qué padre tan enrrollado, inteligente y cariñoso.
Cuida tu redacción,Pepe. La anéctota da más juego y mejores expectativas de las aparentes. Desgraciadamente, el trabajo literario es así: algo más allá de lo inmediato y del interés descuidado por contarlo. Pero, como siempre, me emociona tu juventud y me atengo humildemente a las razones que hagan de mi escritura algo desfasado, quizás. Qué más da, ¿verdad? Yo soy así de permisivo. Pero permíteme que eche de menos la condición tradicional de la literatura, que no está de más, hasta que vosotros, jóvenes, la reiventeis con nuevos cógigos.
Un abrazo, Pepe.

pd. ¿qué tal unas cervezas con una ración de jamón en el bar que frecuento? Yo invito, encantado.

Pepe López dijo...

No intentaba ser literario, solo, como has dicho, el interés de contar algo gracioso, divertirme haciendolo y que el lector se divierta. Además tú sabes bien, que a veces me gusta cambio de registros.

Mañana miércoles, estarás en tu bar supongo. Espero pasarme a partir de la una pra ese jamonito buena gente y charla, que ya hace mucho.

Salud, Amigo