20 mar 2007

De la virtud al defecto

Los que somos de la compañía Balay ("te hacemos la vida más fácil") vivimos algo que es un poco extraño; la conversión de una virtud en defecto en tiempo record.
El día que estamos menos cariñosos o simplemente no hacemos un favor o no nos ofrecemos a algo que la otra persona espera, la virtud de estar pendiente de los demás se convierte radicalmente en el defecto de pasar de los que nos rodean. Al final va a ser cierto eso de que hay que dar una de cal y una arena. No todos los días son iguales ni todas las personas son siempre las mismas, y a veces cuesta darse cuenta de esto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanta razón tienes!! Soy de las que siempre tienen una gran sonrisa. Y si un día no es tan grande, ya creen que me pasa algo, aunque simplemente no me apetezca sonreir.

Anónimo dijo...

Dando en el clavo. que grande eres.