4 mar 2008

Elegía

Para ver la poesía hay que pinchar sobre la imagen dos veces

3 comentarios:

Olga Bernad dijo...

Muchas gracias por enlazármelo. Hemos hecho todo un recorrido por este tema. Pero no son palabras dedicadas a la muerte, sin a la nostalgia y al amor, a lo perdido y recordado para siempre.
Ese "Mamá, barrotes de acero"...

Un beso y felicidades por el poema.
Debe ser un placer aprender no sólo de Antonio sino con él.

Olga Bernad dijo...

Pepe. No es un tema fácil, no sé por qué me salió. Pero también he callado mucho sobre este tema. La muerte de mi mejor amiga, a los trece años, atropellada por un coche delante de nuestro portal me dejó con la boca abierta. Y tan en silencio como tú. Ahora, más de 25 años después, empiezo a escribir sobre el tema. El año pasado, en junio, le dediqué la entrada titulada Otros cielos. Pero ni el silencio ni la palabra se llevan el asombro y el misterio.

Pepe López dijo...

Gracias por pasarte por aquí.

Supongo que lo de haber escrito el poema de ayr, es por ese ente extraño y querido que a veces se sienta en uno de nuestros hombros y nos susurra emociones que se transforman en palabras.

Antes del taller, escribía de forma salvaje, si haber leído a poetas ni conocer las reglas internas de la Poesía. Dudó mucho y estuve apunto de dar marcha atrás y no presentarme al taller.

Como Antonio dice, con él aprendí las herramientas básicas para esculpir un poema. Le estoy muy agradecido.